Para que el masaje resulte agradable, hay que calentarse las manos antes del tratamiento y lubricarlas con aceite. Los pies del paciente, por su parte, deben lavarse antes de la sesión. Un olor desagradable de los pies sólo será una molestia.

Se recomienda empezar el masaje por el pie izquierdo. Aquí es donde comienza la energía vital, que realiza un círculo completo alrededor del cuerpo humano. Esto significa que el amasamiento debe hacerse en la dirección de la energía que fluye por el cuerpo.